DE LA VIOLENCIA EN EL CINE AL SNUFF

Quizá el mundo se ha transformado en un gran CIRCO ROMANO, donde el ver matar se ha vuelto algo muy redituable para la industria que ya no considera al cine como el Séptimo Arte.

Donato Orlando D’Agostino

La violencia ha hecho parte de la historia indiscutiblemente, y de ella no se puede salvar ni el arte, pues aunque para muchos, con la invasión de los filmes de ciencia ficción, terror, y otros donde se pueden ver varios litros de hemoglobina, se perdió la intención de hacer arte, y lo único que se busca es sacar provecho y vender ideas que corrompen a la sociedad, no pueden negar la existencia de la violencia en el arte, sobretodo en el de tipo religioso, cuando se hace referencia al martirio de varios santos y a la crucifixión. Quien podría refutar a Goya y decir que por pintar, El Dos de Mayo y Los Fusilamientos del 3 de mayo en la Moncloa, en 1808 dejo de ser artista.

Pero en realidad mas que reflexionar el cine como arte, es importante pensarlo, como medio de comunicación, pues aunque todo lo que se expone en él hace parte de la imaginación de escritores, guionistas, libretistas, etc. El material audiovisual que consumimos, siempre hace que cambiemos un poco. Hay producciones que causan tristeza, risa, miedo y hasta asco, pero la violencia a pesar de que la mayoría dice rechazarla, causa atracción, y ahí esta precisamente el éxito del filme, un ejemplo de ello puede ser, una película bastante antigua que se hizo famosa precisamente por la secuencias de sus escenas de los efectos de la violencia armada El Acorazado Potemkin (1925), donde se muestran personas con el rostro ensangrentado, el coche de un bebe rodando por las escaleras, y muchos otros cuadros que conmueven al espectador, mas aun a sabiendas de que es una muerte inevitable, y cuando hablamos de que algo nos conmueve, es porque luego de ver el filme algo en nosotros ha cambiado.

Actualmente se encuentra mucho material audiovisual de este tipo, y como todo, hay quienes lo defienden, y quienes lo critican, los primeros abogan, al hecho de que el espectador desfoga todas sus ansias –protección contra los propios fantasmas del alma humana-, y los segundos, atacan este genero considerándolo un mal ejemplo, y que puede influir en el comportamiento agresivo de las personas, en todo caso ambos tienen algo de razón, pues como seres humanos que somos, sentimos, entendemos y pensamos, eso es lo que nos hace diferentes de los animales. Pero a pesar de no ser tan salvajes aun existen instintos inhumanos, como el morbo por la violencia.

Para quienes no saben que es snuff hago la aclaración: Las películas snuff - también conocidas como white heat o the real thing -, son aquellas donde se tortura, viola y asesina con el único objetivo de registrar estos hechos por algún medio audiovisual.

Es aquí donde empezamos a confundir la ficción con la realidad ¿o lo contrario?, y es que una cosa es hablar de una fotografía impecable, o de la violencia de los noticieros, pero algo muy distinto es comerciar con la vida de otros, y pretender que se se esta haciendo arte se dice que realmente existe un archivo de estos videos hachos en Suramérica y otros países, aquí una cita de una pagina de Internet, de los posibles casos de snuff.

El asesino serial Charles NG, también habría filmado sus asesinatos con la intención de distribuirlos comercialmente. A pesar de que la posición oficial del FBI niega su existencia, un investigador de la Oficina del Fiscal del Distrito de Carolina del Norte confirmó - en secreto- que las cintas estaban en poder de la agencia.

Los datos relacionados a las snuff parecen no tener fin: durante el proceso judicial seguido contra Johnny Zinn por el secuestro y muerte de Linda Daniels (de tan sólo 20 años) en la ciudad de Nueva México, uno de sus cómplices confesó que la idea era realizar una snuff, proyecto que no llegó a concretarse.

Yaron Svoray, un ex militar israelí, publicó un libro sobre las posibles existencias de estos films: Dioses de la muerte. Entre otros datos, Svoray confirma la existencia de videos que registraron las atrocidades cometidas por los soldados en la ex Yugoslavia.

En Inglaterra, The Times en el año 1990 había publicado una investigación donde se sostenía que la policía había descubierto evidencias de que inmigrantes mexicanos eran asesinados para filmar películas snuff.

Estas prácticas además de atentar contra toda moral y estética, también fragmentan a la sociedad, porque a lo mejor como lo dice Donato Orlando, nos estamos convirtiendo en un gran Circo Romano, donde el gusto de ver correr sangre o tener ante nuestros ojos un cadáver en las peores condiciones se antepone a los valores. La televisión cada vez se ve más plagada de Realitys sin sentido, donde los participantes por obtener la indulgencia del publico, abogan a causar lastima, obviamente los noticieros no son la excepción, pues aprovechan cualquier matanza o desastre natural para mostrar el sufrimiento de la gente. Y no siendo suficiente con toda esta mal utilización de los medios de comunicación, ahora se recurre al snuff, tema central de la película TESIS dirigida por el chileno Alejandro Amenabar donde explica que es esto y como fácilmente cualquiera de nosotros podria ser victima de estas producciones.

Es asombroso hasta que limites ha llegado nuestra sociedad, que dice ser civilizada, pero que da muestras, de ser desalmada con sus propios semejantes sumerge a la raza humana a un estatus inferior del de una bestia, pues ni siquiera un animal disfruta viendo sufrir a sus iguales